EL ÚLTIMO LUNES
Lunes 9 de marzo de 2020, Universidad de Alicante.
Mientras
tanto, el profesor ya había comenzado a hablar y nos explicó que lo que
veríamos en aquella sesión nos cambiaría la forma de pensar. Nos aseguró que a
partir de entonces enfocaríamos nuestra docencia de otra manera. Aquello me recordó a una frase que siempre solía
decirnos nuestro profesor de Lengua Castellana en el colegio… era…
ANTES
DE CONVENCER AL INTELECTO ES IMPRESCINDIBLE …
Qué
fastidio, no recordaba el final. Él siempre nos instaba a que descubriéramos quién era el autor de aquel aforismo sin
tener que recurrir a la tecnología digital. Y ahora tenía un reto más, por supuesto, que era terminarla.
Era muy difícil contener la
tentación, porque todos teníamos un móvil en la mano que fácilmente nos daría
la solución a la cita y al acertijo. Lo que pude entrever de sus intenciones es
que no quería que nos esclavizáramos ante las tecnologías. Debían ser una
herramienta, no dueñas de nuestras vidas. Desde que existían – no me acuerdo ya
de su origen -, la mayoría de profesores se había acomodado y prácticamente no
funcionaban por sí solos: un vídeo, una exposición en imágenes, archivos de
audio grabados con sus voces…
Pero aquel día nuestro profesor de
los lunes dio una clase magistral sobre cómo enfrentarnos a las tecnologías
digitales y sacar más partido a otros recursos que podían “tocar y predisponer”
el corazón de nuestros futuros alumnos sin necesidad de las pantallas. Nos
expuso una serie de actividades cuyos objetivos principales eran sacar el mayor
potencial posible de nuestros alumnos, bien mediante el conocimiento de la
gramática castellana, bien por la creatividad o bien por otros medios. No dio
tiempo a más de siete actividades, de entre las cuales recuerdo una que
consistía en estar saltando con las manos alzadas mientras decíamos en voz alta
los pronombres personales. También nos dio a conocer un antiguo ilustrador
llamado Jordi Labanda, para que trabajáramos a partir de sus imágenes el
diálogo. Imágenes impresas en papel, por supuesto.
Poco
más recuerdo de aquella sesión, en la que sin duda lo conocimos un poco más y
nos mostró, como bien había prometido, a enseñar de otra manera. No tardé en
resolver el acertijo, aunque tenía truco. Aquella operación matemática (según
la norma de mover solo una cerilla) tenía tres posibles respuestas. Y la cita…
aún sigo buscando al autor. Desde que declararon el estado de alarma en todo el
país y tuvimos que quedarnos atrapados en el mar con nuestros compañeros en
cuarentena por aquello que habían denominado “COVID-19”, nada había vuelto a
ser igual.
Actividades.
1.
Resuelve el acertijo sin utilizar internet. Hay tres respuestas posibles.
a)
b)
c)
2.
¿Sabrías terminar la cita? Si no, propón tú una a tu gusto. Aquí tienes una
pista sobre la original:
3.
Hay muchas citas que hablan de la educación. ¿Cuál es tu favorita? Muchos de
los más famosos literatos dejaron un gran legado de citas. Aquí tienes una
larga lista. BLOG: “Antología de citas” https://citasdelacasa.blogspot.com/
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