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dimecres, 1 d’abril del 2020

ANÁLISIS DE UN BLOG DE DLL (Natalia Asensio)

A casi todos los futuros docentes nos da la sensación de que esto de ser un buen profesor no es tarea fácil. Sobre todo si realmente queremos hacer bien nuestro trabajo. Pero siempre hay quien ya ha pasado por este sendero pedregoso que supone la preparación para desempeñar una buena labor docente. Y ya está en otro nivel, nivel pro o nivel dios, que diría la chavalada de hoy en día. Y un excelente ejemplo de buen profesor a quien seguir, que se preocupa de estar en la misma onda que sus alumnos y que reconoce la importancia de mantenerse actualizado, es Cristian Olivé, profesor de secundaria de lengua y literatura. Tanto en su cuenta de Twitter, como en Instragram o en su sección de la página de Educación 3.0, Olivé da cuenta del interés que siente por el aprendizaje de sus alumnos y, sobre todo, por ponerlos a ellos en el centro de todo el proceso. 

A este profesor, autor del libro Profes rebeldes y nominado a mejor docente de España en los Premios Educa Abanca, no le da miedo utilizar en el aula a los más conocidos youtubers para impartir sus clases de sintaxis. Y si lo hace es precisamente porque entiende la pregunta de tantos jóvenes de tan distintas generaciones: ¿para qué sirve la sintaxis? Pues bien, Olivé no duda en utilizar elementos del día a día de los alumnos para explicar unos conceptos que no suelen ser del agrado de casi nadie. 


¿Y cómo trabaja la ortografía? La escritura en las redes sociales es quizá la mejor manera de motivar a los jóvenes para que sientan interés por escribir de manera adecuada según el contexto. Para ello, Olivé transforma a los alumnos en pequeños profesores durante unos instantes. Tendrán que corregir una serie de comentarios extraídos de distintas RRSS. Pero lo mejor de todo llega cuando a los alumnos se les permite sacar el móvil en clase. ¡Qué locura! Una locura que les lleva a corregir sus conversaciones privadas y a darse cuenta de lo fácil que es malinterpretar un mensaje cuando no está bien escrito.  




La literatura no queda fuera del punto de mira de Olivé, quien no duda en utilizar las TIC para trabajar este bloque de la asignatura. En este caso le toca el turno a TikTok, una jovencísima aplicación y que para este joven profesor no tiene desperdicio. Lo que propone es un reto: convertir un cuento literario en un vídeo de TikTok. Para ello sugiere diversas lecturas de autores como Julio Cortázar, Ana Mª Matute, Oscar Wilde o Quim Monzó. ¡Espero que los alumnos también se animen con esta propuesta!





En cuanto a Instagram, ¿qué actividad académica se puede plantear desde esta app? No se me ocurre nada mejor que proponer a los alumnos que se conviertan en un personaje literario. Y a partir de ello, que reflexionen sobre la inmortalidad de esos personajes que encarnan ideas universales. ¿Qué adolescente no se sentiría atraído por una actividad planteada desde esta plataforma?


Dado el vasto trabajo de Olivé, es imposible que pueda recopilar en esta entrada todas sus propuestas educativas. Sin embargo, no me puedo dejar para otro día el análisis literario que sugiere a sus alumnos del álbum de Rosalía El mal querer. ¿Cómo? ¿Piensas que no se puede? Se puede y aquí está la prueba:


Después de todas las joyas que he descubierto en las distintas plataformas que Olivé utiliza, le seguiré stalkeando porque veo que, en la práctica, sí és possible un altre tipus de docència. 

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