La última entrada del blog de Pedro C. Cerrillo
Torremocha data del 22 de julio de 2018 y la escribe su hija, bajo un
título que lo explica todo: “¡Hasta siempre, Pedro C. Cerrillo!”. Aunque
inactivo, el blog puede seguir visitándose, por fortuna para cuantos estamos
interesados en la literatura infantil y juvenil y en la literatura popular
infantil. Inevitable como el estremecimiento ante la quietud que se ha
enseñoreado de una bitácora tan preciosa es el
agradecimiento por que se decidiera a compartir por esta vía sus reflexiones,
conocimientos y entusiasmo.
En una prosa fluida y cuidada, tan acogedora por su frescura
como por su calidez, Cerrillo solía publicar entradas sobre los temas
susodichos, consciente de “la importancia que tiene la literatura infantil y
juvenil en la formación de las personas y en la creación de sólidos itinerarios
lectores”, sin duda una de las ideas más juiciosas que se me han transmitido en
este máster y de cuya trascendencia no tenía plena conciencia hasta este curso.
Así, ofrece en su blog comentarios sobre clásicos de LIJ (El Principito, Pipi Calzaslargas), cuentos
españoles infantiles ora populares, ora de autoría conocida (como los Cuentos para mi hijo Manolito de
Miguel Hernández). Al hilo de sus entradas descubriremos algunas de las entretelas
de la literatura: los
comienzos de la andadura editorial del FCE, el porqué de la celebración del
Día Mundial del Libro Infantil el 2 de abril o el recelo que inspiró en los
pedagogos suecos la publicación de Pipi Calzaslargas, por ejemplo.
A menudo aprovecha una efeméride para recordar a un autor.
Así, dedica una entrada a Andersen
en vísperas de la conmemoración de su nacimiento o lamenta la desidia
generalizada entre los políticos para con la cultura en el año
cervantino. Porque no son pocas las veces en que es un asunto cultural de
rabiosa actualidad o una noticia vinculada con la literatura lo que motiva su
participación en el blog, y su toma de partido: defiende a Gloria
Fuertes en el centenario de
su nacimiento de quienes la consideran sobrevalorada, lamenta el cariz de las
nuevas leyes educativas (aun
teniendo una opinión matizada y asaz impopular) y clama que se deje en paz
a Caperucita
cuando se amenaza desde las instituciones con desalojarla de las bibliotecas
escolares. Aflora de cuando en cuando una sana querencia por lo terruñero, conquense,
en entradas como las dedicadas a Federico Muelas (a ton de un villancico y de sus cuentos
infantiles).
Por último, facilita el contenido de algunas de sus
ponencias y reseña libros tanto de LIJ como sobre ella, e incluso anuncia sus
propias producciones literarias para niños. Aquel que sienta especial debilidad
por la literatura oral, tiene un filón en este blog, ya que diversos de los
artículos y conferencias a los que remite o adjunta versan sobre este tema.
En fin, el blog de Pedro C. Cerrillo es un auténtico florilegio
bibliográfico y un recorrido a saltos por la literatura infantil y juvenil repleto de anécdotas y ternura.
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