Autobiobibliografía de Marina (Natalia Asensio)

Mi nombre es Marina y tengo 15 años. Si echo la vista atrás me doy cuenta de que no he sido una gran lectora a lo largo de mi breve historia. Mis padres sí me leían mucho cuando era pequeña: Caperucita, Los tres cerditos, La dama y el vagabundo, La bella durmiente, etc. Pero cuando llegó el momento de empezar a leer por mi cuenta, no conseguía coger un libro sin que me saliera algún sarpullido. Sin embargo, en los últimos años he descubierto un género que me tiene totalmente atrapada: el manga.

Mi relación con este tipo de lectura empezó con Mi amigo Capricornio. Lo leímos el curso pasado en el club de lectura de mi instituto, en el que acabé por sugerencia de mi profesora. Y así fue como me convertí en una obsesa por todo lo japonés. Además, este manga me tocó en lo más profundo porque trata una situación de acoso escolar. Nunca he sido de las más populares de mi clase. Es más, en varias ocasiones he sentido en mis propias carnes ese acoso por parte de algunos compañeros. Por eso me atrapó tanto la historia de este manga. Pero no solo fue eso lo que me enganchó, sino el mundo fantástico que se recrea, el misterioso futuro que hay que evitar, la intriga, etc.

El verano pasado no pisé la playa porque estaba demasiado ocupada con los cuatro tomos de Sombras sobre Shimanami. La verdad es que esta saga me atrajo desde el primer momento por la naturalidad con la que trata la diversidad sexual y de género, tanto de jóvenes como de personas mayores. Y esto es raro porque todos sabemos que la sociedad nipona peca precisamente de no ser muy tolerante con una sexualidad distinta a la establecida por la norma. 

También durante el verano encontré tiempo para dedicarle al formato audiovisual. Mi profesora me recomendó antes de finalizar el curso que viera La princesa Mononoke. Yo creo que la pobre no tiene ni idea del alcance que tiene el Estudio Ghibli en este mundo friki en el que estoy inmersa y en el anime japonés. Vería la película, pensaría en mí y creyó que me gustaría. No se equivocó. Entre la saga anterior y algunas películas animadas de este estudio, me sumergí en un mundo de fantasía durante todo el verano del que solo me sacó la realidad de la vuelta al cole. Algunos de los títulos que recuerdo: El viaje de Chihiro, El castillo ambulante o Mi vecino Totoro.

Tengo una hermana de diez años. Esto significa que no siempre vemos en la tele lo que yo quiero, sino que nos tenemos que turnar. Hora de aventuras es quizá la serie más entretenida y divertida de todas las que vemos juntas. Y Merlí, ¿de verdad puede existir un profesor así? Me gustaría comprobarlo antes de que acabe mi etapa en el instituto.